El exalguacil Joe Arpaio, quien había sido condenado por su insistencia en cazar a inmigrantes indocumentados en Arizona y luego indultado por el presidente Donald Trump, anunció este martes su candidatura al Senado de Estados Unidos.

"Me postulo al Senado de Estados Unidos por el gran estado de Arizona, por una inquebrantable razón: apoyar la agenda y las políticas del presidente Donald Trump en su misión por hacer fuerte nuevamente a Estados Unidos", tuiteó el republicano de 85 años.

Arpaio busca remplazar al senador Jeff Flake, un republicano que ha criticado a Trump y no aspira a su reelección en noviembre.

El exalguacil deberá enfrentar a varios adversarios republicanos en las primarias que tendrán lugar el 28 de agosto, anunciadas como las más feroces del año. La conservadora Kelli Ward, que tiene el apoyo de exconsejero presidencial Steve Bannon, ya anunció su candidatura. Por su parte, la legisladora Martha McSally también podría unirse a la carrera, según varios medios.

"El presidente Trump me necesita en el Senado", anunció Arpaio. "Necesita un voto con el que pueda contar, de una persona que conozca los peligros a los que se enfrenta el país", añadió.

Arpaio es una de las personalidades políticas más polémicas de Estados Unidos. Llevó durante casi un cuarto de siglo una persecución reivindicada e implacable en el condado de Maricopa, estado de Arizona (suroeste), contra los inmigrantes latinos.

Entre otras vejaciones, imponía a los detenidos bajo su custodia dormir en tiendas bajo un calor sofocante, vestidos con un calzón rosado.

Trump siempre lo consideró "un gran patriota estadounidense".

Fue condenado a finales de julio de 2017 por haber violado el mandato de un juez federal que prohibió sus patrullas discriminatorias y debía ser sentenciado en octubre de ese año. Pero Trump lo indultó y justificó su decisión en un comunicado en el que afirmó que "el alguacil Joe Arpaio tiene 85 años y, tras más de cincuenta años de admirable servicio a la nación, es un candidato digno de un perdón presidencial".

Su perdón fue condenado con fuerza desde varios sectores, incluso desde su Partido Republicano.